Desde el momento en el que se produjo el cierre de los centros educativos desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid con motivo del Covid-19, han sido múltiples los mecanismos que se han puesto en marcha por parte de toda la comunidad educativa del colegio para garantizar la atención de nuestro alumnado.
Profesorado, alumnado y, por ende, sus familias, hemos tenido que adaptarnos a marchas forzadas a una nueva forma de enseñar y absorber conocimientos en la que se elimina la distancia física, tan importante en la parte emocional del aprendizaje, y en la que lo digital es la principal vía de conexión entre docentes y niños.
La totalidad del claustro ha iniciado un proceso de autoformación, para adquirir las competencias digitales en el uso de diferentes herramientas informáticas, con excelente resultado. Esta situación, ha supuesto la re invención del profesorado para poder garantizar la continuidad de la actividad educativa, mediante el uso aplicaciones como Google Classroom o Edelvives Digital, hasta ahora desconocidas para muchos de nosotros. Este escenario ha supuesto una ágil adaptación a la realidad de nuestras familias, y el apoyo en la gestión emocional en un momento difícil para todos.
Entre las medidas adoptadas para garantizar la atención educativa a todos los alumnos, se encuentra la apertura del centro para suministrar el material didáctico y los planes de refuerzo correspondientes al tercer trimestre a los cursos más bajos, que por su edad, presentan mayor dificultad para el acceso a la actividad educativa online, así como para aquellos que lo necesitaron por diferentes causas. Se han seguido en todo momento las medidas sanitarias establecidas para minimizar los riesgos.
En la misma línea y teniendo presente el artículo 102, LOE/LOMCE que considera la formación permanente del profesorado un derecho y una obligación, el profesorado ha hecho uso de las herramientas para la formación en línea a través de la plataforma EducaMadrid, una nueva forma de aprendizaje abierta al futuro. Temática de gran actualidad como “Mejora de la convivencia y prevención del acoso escolar”, “Educar en la igualdad, prevención de la violencia de género” y “La escuela en tiempos de confinamiento: impacto psicológico y papel del profesorado”.
Tenemos que destacar que la adaptación a la nueva situación por parte del alumnado ha sido también exitosa, dando continuidad al trabajo que antes se realizaba en el aula a través de las herramientas digitales anteriormente citadas.
Todo este proceso de adaptación no habría sido posible sin la cooperación que las familias están prestando en todo momento, demostrando una vez más que la colaboración de todos es esencial para el proceso educativo. Sin preparación previa, se han puesto en marcha una serie de mecanismos de “ayuda madre a madre”, tejiéndose una red de apoyo entre ellos que ha facilitado la colaboración familia-escuela.
El papel motivador y supervisor de las familias está siendo esencial en la realización de las tareas escolares.
Una de las preocupaciones del centro era cómo las familias más desfavorecidas, tanto aquellas que tienen dificultades de acceso a las tecnologías como aquellos alumnos con más necesidad de apoyo, podrían adaptarse. Desde el inicio de esta situación, se ha priorizado la atención a los alumnos que presentan necesidades educativas especiales y aquellos que presentan mayor vulnerabilidad, por diversidad cultural, socioeconómica y lingüística.
Para nosotros la labor social y humana siempre ha ido de la mano con la educativa, por eso en estos momentos de grandes dificultades y pequeñas soluciones hemos gestionado de la manera más directa posible ayudas para alimentación y para facilitar la conectividad de aquellas familias que peor lo están pasando. Se ha enviado a 25 familias tarjetas con unos 100€ (dependiendo del número de miembros) para gastar en comida o en productos de farmacia con fondos de nuestra ONG colaboradora, Ayuda en Acción. Junto con Servicios Sociales hemos conseguido llevar un menú diario para otras 22 familias, y gracias a los Hermanos Menores Capuchinos, hemos podido dotar de internet a 26 familias.
Por último, queremos agradecer el enorme esfuerzo que están realizando todos los miembros de la comunidad educativa ya que sin ellos, este gran reto no sería posible. No olvidemos el lema de este curso “PEQUEÑOS”, ¡Somos pequeños, pero esto nos hará grandes! ¡El colegio cierra temporalmente pero no para!
Beatriz Villar, Orientadora y
Laura Calles, Trabajadora Social del Colegio San Antonio