2020 ha sido uno de esos periodos. Quizá ninguno de los que estamos aquí nos habíamos enfrentado antes a algo parecido. Nuevamente la naturaleza ha vuelto a retarnos y nos ha obligado a replantearnos nuestras rutinas. Con la llegada del virus COVID19, todo el planeta se ha visto obligado a frenar para buscar soluciones ante la problemática causada por la pandemia. Nuestro colegio no ha sido ajeno a esta situación, condicionando nuestro funcionamiento y sistema de trabajo. Durante la primera ola, toda la comunidad educativa se volcó, improvisando soluciones que hicieran llegar al alumnado una educación integral de calidad, apoyándonos y siendo conscientes de las situaciones personales de cada uno. Después de esos meses de gran incertidumbre, el objetivo de los colegios ha sido seguir manteniendo la formación de todos nuestros alumnos y aportarles la seguridad y confianza mermada durante el curso pasado.
La comunidad educativa, siendo consciente de la importancia vital que tienen los colegios en el desarrollo de nuestras comunidades, tanto a nivel personal como económico, ha afrontado este reto con gran responsabilidad y capacidad de adaptación. Con este fin, al igual que en el resto de centros, el colegio Sagrado Corazón - Capuchinos ha creado el equipo Covid, formado por el equipo directivo del colegio, el profesorado y la enfermera escolar, como coordinadora del proyecto. Entre todos se encargan de desarrollar protocolos y supervisar las medidas de prevención sanitaria que intentan frenar el avance del virus.
Durante los primeros días de septiembre, antes de la incorporación del alumnado, el equipo covid formó a todo el profesorado y personal del centro acerca de las características de este virus y el sistema de actuación desde nuestro ámbito. Esta formación es la que ha servido de base para que cada profesor forme a sus alumnos desde su asignatura y durante el resto del curso, haciendo un refuerzo diario en las pautas y medidas de higiene. También, se elaboraron distintos planes de trabajo académico ante cualquier cambio en la situación actual y contemplando todos los posibles escenarios provocados por la pandemia.
Una de las primeras acciones que se puso en marcha en el colegio fue la instalación de una nueva cartelería, señalización de zonas y dotación de material desinfectante en todos los espacios del centro. También se reorganizaron los grupos de alumnos, disminuyendo la ratio a los niveles marcados por la Comunidad de Madrid, y se modificaron los horarios de entradas y salidas de los alumnos haciéndolas más escalonadas, reduciendo así la aglomeración de personas en determinadas franjas horarias. Por otro lado, se establecieron turnos de tomas de temperatura al inicio de la jornada escolar para todo el personal y se cambiaron los tiempos de recreo del alumnado y el horario de comedor, evitando un mayor contacto entre alumnos de diferentes grupos. Además, se ha fomentado el uso de los medios telemáticos para cualquier trámite administrativo.
En las primeras semanas de curso, los numerosos casos sospechosos y positivos en Covid19 hicieron replantearnos un sistema de gestión de información que dejase registrado de manera actualizada la evolución de los mismos. Para ello se elaboró una base de datos online a la que tienen acceso todos los coordinadores de etapa y el equipo covid.
Con esta herramienta se facilitó la tarea a la hora de mantenernos comunicados y actuar rápido ante los casos confirmados, frenando así la propagación del virus dentro del colegio. Sin duda, una labor sin precedentes en la que cada experiencia ha supuesto un gran aprendizaje, tanto a nivel sanitario como a nivel organizativo. Al igual que la pandemia, las necesidades han ido cambiando y el equipo covid ha tenido que ir reconduciendo su trabajo diariamente. El colegio se ha visto obligado a seguir trabajando para adaptarse a las nuevas situaciones que han ido surgiendo e incorporando nuevas rutinas. A pesar de las dificultades, lo que permanece constante es la lección que estamos recibiendo por parte de nuestros alumnos que, con sus sonrisas debajo de las mascarillas, nos demuestran cada día que son un claro ejemplo de responsabilidad y respeto hacia los demás.
Como en cualquier ecosistema, después de una gran catástrofe natural, la vida vuelve a abrirse con nuevas perspectivas, sirviéndose de los aprendizajes conseguidos durante los periodos de crisis y resurgiendo con más fuerza y capacidad de adaptación al medio. Con este convencimiento, desde el CSC-Capuchinos, confiamos en que los esfuerzos realizados por todos y cada uno de nosotros, nos ayude a conseguir la recuperación de nuestra comunidad y, por tanto, de nuestra sociedad.
María Villaescusa Castellano.
María Ferrater Ruiz.