A finales del curso 2006-2007 un grupo de profesores del Colegio San Antonio de Padua de Zaragoza, tras analizar la realidad del alumnado de cursos superiores, creyeron que era el momento de plantear otro tipo de actividades para el tiempo libre, fuera del ámbito escolar, pero desde el colegio y dentro de nuestro carácter propio, que completara parte de la oferta que los jóvenes suelen encontrar, teniendo así la posibilidad de vivir su ocio desde una opción más sana, vinculada al Colegio, enriquecedora para ellos y para el Centro.
En pocas palabras, se trataba de ofrecer una alternativa más en contacto con la Naturaleza, otra forma de divertirse. No venía a sustituir otras actividades, sino a ofrecer una opción distinta. Consideramos que la Naturaleza es el lugar idóneo para vivir y aprender una serie de valores. Este aprendizaje, desarrollado en grupo, desde el carisma franciscano, puede ser una escuela de vida que nos ayude a crecer como personas en todas las facetas de nuestro quehacer diario.
Como valor añadido nos planteamos impulsar al grupo como vínculo de unión con los ex alumnos, y desarrollar algunos de los aspectos del carisma franciscano, vivir la experiencia del hermanamiento con todo lo creado, del equilibrio entre plantas, animales, y ser humano, sentir la fraternidad con el agua, el viento, el sol, la tierra… en primera línea. Tomar conciencia de que formamos parte como uno más de esta hermandad global. La Tierra no es nuestra, nosotros formamos parte de la Tierra. Desde el primer momento la Pastoral del Colegio asumió como propio este proyecto.
El contacto con la Naturaleza nos puede llevar, al más puro estilo de Francisco de Asís, a “espantarnos”, maravillarnos y asombrarnos con el espectáculo de la Creación, a recuperar la capacidad de experimentar el silencio, la contemplación del medio natural, interiorizar que la vida es un gran regalo, y que nuestro lugar en el mundo es solo una parte de la gran comunidad de la Creación.
En líneas generales los objetivos del proyecto se plasmaron en cuatro puntos concretos:
- Hacer de la montaña un espacio para la convivencia donde vivir unos valores de compañerismo, solidaridad, tolerancia e integración.
- Aprovechar todos los recursos que nos ofrece el medio natural, fomentando el respeto por su conservación.
- Potenciar y valorar el esfuerzo en la Naturaleza, con cierto grado de austeridad, como medio de superación personal en la vida diaria.
- Aprender a disfrutar de la Naturaleza como parte de la Creación.
Desde el punto de vista académico, el Grupo de Montaña es una actividad propia del Colegio y como tal viene recogida en la Programación General Anual que se entrega todos los cursos a la Administración Educativa, estando aprobada por el Claustro de Profesores y el Consejo Escolar de Centro. Las actividades están programadas y dirigidas por profesores de San Antonio de forma totalmente voluntaria. Los miembros del Claustro directamente responsables del proyecto cuentan con amplia experiencia, estando además en posesión de titulación específica como monitores o directores de actividades de Tiempo Libre.
En septiembre de 2007 se presentó el GRUPO DE MONTAÑA SAN ANTONIO DE PADUA. El 21 de octubre de ese mismo año se hizo la primera salida al ibón (lago glaciar) de Escalar en la cabecera del río Aragón y al Pic des Moines, en la vertiente francesa de los Pirineos.
Este curso, a pesar de las restricciones sanitarias por la pandemia, estamos llevando adelante nuestra XIV temporada del grupo, siendo uno de nuestros proyectos más valorados y consolidados en el colegio.
Hermanadas/os en y con la montaña.
Paz y bien.
Jesús Crusellas Abián, maestro,
Equipo de Pastoral y Grupo de Montaña
Colegio San Antonio de Padua,
Zaragoza