Guiadas por los valores de la orden franciscana y bajo el inspirador lema de este año “Cantando la Vida”, nos embarcamos en un camino que busca fomentar en nuestros estudiantes una profunda conexión, amor y compromiso por la naturaleza y el entorno que los rodea al igual que hizo San Francisco de Asís.
Con el cántico de las criaturas, San Francisco nos invita a vivir en armonía con la naturaleza y a ser responsables de la casa común, objetivo al que también estamos llamados como institución educativa.
Cada criatura tiene un propósito, por lo que debemos respetar y proteger la naturaleza, también cuidando nuestra propia existencia. Por tanto, creemos que el comienzo surge desde dentro, cuidando nuestro cuerpo siendo este la casa de nuestra alma. Por eso, es imprescindible que nuestros estudiantes aprendan que uno de los pilares fundamentales es el cuidado de uno mismo, empezando por una buena alimentación. Para ello, hemos promovido los desayunos saludables, una práctica que no solo les proporciona la energía necesaria para rendir en sus actividades diarias, sino que también forma hábitos de vida saludables desde la infancia. Además de cuidarnos a nosotros mismos, es necesario cuidar la casa en la que habitamos.
En el Colegio San Antonio, hemos implementado iniciativas de reciclaje que enseñan a nuestros estudiantes a clasificar y reutilizar residuos para darles una segunda vida. Realizaremos proyectos creativos de cara al resto del curso con el fin de que los niños descubran que cada pequeña acción puede generar un impacto positivo en el mundo que los rodea.
Nuestro lema “Cantando la Vida” no solo es una llamada a celebrar la existencia y la responsabilidad de protegerla. Como educadores, creemos que la combinación del amor, el conocimiento y la acción es clave para formar ciudadanos comprometidos con el cuidado de sí mismos y del planeta.
A través de estas iniciativas, buscamos sembrar en nuestros estudiantes las semillas de un futuro mejor. Porque cada pequeño gesto, es una forma de cantar a la vida y de expresar nuestro amor por el mundo que habitamos ya que el mor por la Naturaleza, más que una enseñanza, es un estilo de vida.
Como decía San Francisco: “Empieza por hacer lo necesario, luego haz lo posible, y de pronto estarás logrando lo imposible”
Equipo de Ecología del Colegio San Antonio de Bravo Murillo (Madrid)