Hace unos años, en el mes de junio de 2018, el Colegio obtuvo el segundo premio en el IV Campeonato de energía con conciencia, organizado por la fundación Repsol.
El premio, dotado en 3.000 euros, se invirtió íntegramente en la mejoras de la instalación eléctrica y en la sustitución de los tubos fluorescentes por los de led. Este premio nos sirvió de estímulo para seguir emprendiendo acciones favorables al desarrollo sostenible. Transcurrido el primer año revisamos las facturas de los últimos 12 meses para comprobar si el consumo de agua luz y gas había disminuido.
Por iniciativa el Equipo de titularidad, la siguiente acción significativa fue la instalación de placas fotovoltaicas, cuya puesta en funcionamiento fue el 18 de mayo de 2022, fiesta de san Félix de Cantalicio, primer santo capuchino. Cabe destacar también que, en enero de 2023, se procedió a la sustitución de la caldera de gas del Colegio. El consumo del gas seguía siendo elevado. Además, la caldera no reunía los requisitos de eficiencia energética.
La actual caldera, además de respetar el medio ambiente, tiene un consumo inferior a la antigua. Por tanto, era una acción necesaria, por el ahorro energético y por la reducción de emisiones de CO2. Nuestro empeño, a partir del presente curso, es seguir apostando por un Colegio sostenible, donde los alumnos, las familias, el profesorado y el personal de atención y servicios podamos aprender más sobre la sostenibilidad, estemos dispuestos a cambiar viejos hábitos y promovamos el cuidado del medio ambiente.
De nada serviría haber renovado una caldera de gas, haber instalado placas solares si no reflexionamos sobre nuestros hábitos. Promover el pensamiento crítico es la base para la educación sostenible. Necesitamos practicar la sostenibilidad dentro y fuera del ámbito escolar, adoptando nuevas acciones sencillas. Además de la reducción del consumo, también está la iniciativa de las “3 R”: reciclar, reutilizar y reducir la producción de residuos.
El lema de nuestro curso, “Sanando heridas” es muy favorable para adquirir esta sensibilidad. Como expresa César Bona, en su libro Educación sostenible, dependemos de la naturaleza para obtener el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que consumimos o los materiales que necesitamos para subsistir. Por tanto, nuestras acciones han de ir dirigidas a sanar las heridas que observamos en el mundo de la naturaleza.
Necesitamos emprender acciones que mejoren la calidad de las personas, sin degradar el medio ambiente. Los pequeños gestos las pequeñas acciones garantizan el cambio hacia una vida más saludable. Como Colegio, nuestra apuesta es por la sostenibilidad.
Domingo Añó.
Director General del Colegio Sagrado Corazón (Madrid)