¿Soy feliz? Si no lo soy, ¿qué me falta para serlo? Son preguntas que raramente nos hacemos con rotundidad y con la decisión de profundizar serena y sinceramente sobre ellas. Sin embargo, los seres humanos nos movemos, trabajamos, nos esforzamos y luchamos por conseguir ser felices. Sentimos con fuerza su necesidad dentro de nosotros mismos.