Para saber hacia qué horizonte de alumno queremos caminar es importante hacernos conscientes de cuáles son los rasgos de los alumnos que se acercan a nuestros centros.
En nuestros Centros educativos optamos por una concepción de la vida que favorezca la transformación de la persona y de la sociedad desde los valores evangélicos.
Nuestros Centros promueven el crecimiento y la maduración de sus alumnos, siendo conscientes que ellos mismos son los protagonistas en el proceso del aprendizaje para la vida, junto con el apoyo de sus familias, profesores y personal no docente.
El modelo organizativo de nuestros centros escolares se fundamenta en el espíritu de fraternidad franciscana.